Un encuentro de colaboración y compromiso transformó un sector de esta casa de estudios.
Aquella tarde el sol deslumbrante del 29 de abril de 2025, fue cómplice del hito que convocó a nuestra comunidad. Palas, bolsas, piedras, tierra, mangueras, varios pares de manos y unas cuantas sonrisas, participaron de la plantación de tres árboles nativos (que prometen ser los más populares del predio).
Al evento asistieron el colectivo Mujeres FVET, la Facultad de Veterinaria representada por integrantes de Decanato, la Unidad de Gestión Edilicia (UGE), personal de Mantenimiento, funcionarios/as de otras áreas, docentes, funcionarias y niños/as del Centro Siempre en FVET, así como vecinos/as de la zona.
La iniciativa se enmarca en la consigna de la Universidad de la República para el 8M 2025 «Los cuidados sostienen la vida», que propone reflexionar sobre los cuidados desde una perspectiva ecofeminista. Dicha propuesta se alinea con la idea que viene gestando el colectivo Mujeres FVET desde hace tiempo: construir en conjunto un jardín violeta que funcione como un punto de referencia para el intercambio y convoque a cuidar, respetar y utilizar los espacios de convivencia. Por otra parte, la UGE recalca la importancia de contar con lugares naturales de apropiación colectiva que favorezcan el bienestar físico y mental dentro de la Facultad.
Lapacho Rosa, Timbó y Ombú fueron los árboles elegidos tras semanas de trabajo entre la Facultad de Veterinaria, el colectivo Mujeres FVET, la Universidad de la República, la Dirección General de Arquitectura y un asesor experto en botánica y especies autóctonas. En adición, el Área de Forestación de la Facultad de Agronomía y el vivero Nivel, se encargaron de la preservación de las especies que fueron trasladadas hasta FVET.
Estratégicamente, se plantaron el Lapacho Rosa y el Timbó frente a la escultura de la vaca, con cierta cercanía entre ellos, y el Ombú frente a la rotonda de la entrada. Cada árbol posee una placa identificatoria y requiere al menos 20 litros de agua diarios para marcar la diferencia en el crecimiento. Su cuidado es una tarea en equipo entre el personal de Facultad y las integrantes del colectivo Mujeres FVET, quienes se turnan para regarlos y asegurar su correcto desarrollo.